La terapia de Intervención de Movimiento Dinámico (DMI, por sus siglas en inglés) también se puede utilizar para apoyar el desarrollo de habilidades motoras en niños con retrasos o discapacidades en el desarrollo. La terapia de DMI para habilidades de desarrollo se enfoca en mejorar los patrones de movimiento y el control motor a través de actividades lúdicas adaptadas a las necesidades y habilidades específicas del niño.

La terapia puede incluir ejercicios que se centren en el equilibrio, la coordinación y la estabilidad del núcleo, así como actividades que fomenten el desarrollo de habilidades motoras finas, como agarrar, alcanzar y manipular objetos. La terapia de DMI también puede utilizarse para abordar problemas de procesamiento sensorial que puedan afectar el desarrollo motor del niño.

La investigación ha demostrado que la terapia de DMI puede ser efectiva para mejorar las habilidades motoras gruesas y finas, el equilibrio y la coordinación en niños con condiciones como parálisis cerebral, síndrome de Down y trastorno de coordinación del desarrollo. También puede mejorar las habilidades funcionales, como el autocuidado, la movilidad y la participación en actividades de la vida diaria.

La terapia de DMI para habilidades de desarrollo generalmente es proporcionada por terapeutas ocupacionales o fisioterapeutas que tienen formación especializada en trabajar con niños con retrasos o discapacidades en el desarrollo. La terapia puede llevarse a cabo en un entorno clínico o en el hogar o entorno escolar del niño, según las necesidades del niño y la familia.